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Vermödalen: El síndrome de la foto "Ya Vista" en la era de Instagram 📷


¿Te ha pasado alguna vez que, cámara en mano, listo para capturar ese instante único, te invade una sensación de desánimo al pensar que tu foto será solo una más entre millones? Sí, amigos, hoy vamos a hablar del "Vermödalen", ese sentimiento que nos asalta en plena era digital, específicamente en la saturada vitrina de Instagram, donde parece que todo está ya fotografiado.




¿Qué es?

El término vermödalen no lo encontrarás (todavía) en el diccionario. Es una invención relativamente reciente que busca describir esa sensación de frustración al darnos cuenta de que nuestra fotografía, por más que intentemos, parece ser solo un eco de algo ya visto.

Como si cada rincón, cada paisaje, cada expresión ya hubiera sido capturado y compartido al infinito.

¿Cuándo nos invade?

Este fenómeno suele aparecer en el momento menos oportuno: justo cuando estamos a punto de capturar una escena. Nos asalta la duda: "¿Para qué tomar esta foto si ya hay miles iguales o incluso mejores?". En un mundo donde Instagram se ha convertido en nuestro gran escaparate fotográfico, es fácil caer en la trampa de comparar nuestro trabajo con el de los demás, especialmente cuando el algoritmo insiste en mostrarnos lo mejor de lo mejor (o al menos, lo más popular).

¿Cómo escapar?

Aquí van algunas ideas para sacudirnos ese desánimo y reavivar nuestra pasión por la fotografía, aun sabiendo que vivimos en un mundo hiperconectado y visualmente saturado:

  1. Busca tu sello personal: En lugar de luchar por capturar algo "nuevo", enfócate en cómo lo capturas. Tu perspectiva única es lo que puede hacer que una foto destaque, no necesariamente el sujeto de la misma.

  2. Experimenta con técnicas diferentes: Usa la saturación de imágenes como un reto para experimentar con técnicas fotográficas nuevas para ti. Prueba con diferentes ángulos, ajustes de luz, o incluso técnicas de postproducción. La originalidad puede venir del proceso, no solo del resultado final.

  3. Conéctate con la historia, no solo con la imagen: A veces, lo que hace especial a una foto no es solo lo que muestra, sino la historia que hay detrás. Intenta capturar no solo una imagen, sino también un momento, una emoción, una narrativa.

  4. Desconéctate: Literalmente. Sal a fotografiar sin el objetivo de compartir tu captura en redes sociales. Fotografía para ti, para tu disfrute personal. Esto puede liberarte de la presión de la "competencia" visual y permitirte reencontrar el placer de fotografiar por fotografiar.

  5. Inspírate, pero no compares: Está bien mirar lo que hacen otros fotógrafos para buscar inspiración, pero evita caer en la trampa de la comparación constante. Celebra tu propio camino y progreso en la fotografía.


Para cerrar, quiero compartirles mi propio encuentro con el vermödalen. Sucedió durante un viaje a Islandia, frente a la imponente montaña Kirkjufell. Antes de visitarla, había visto incontables fotografías de ese lugar, cada una más impresionante que la anterior. Esa anticipación se transformó en una especie de frustración: ¿cómo podría yo, entre tantos, capturar una imagen que se sintiera mía, que hablara de mi experiencia personal y que no fuera simplemente una réplica de lo ya visto?

Sin embargo, al estar allí, algo cambió. Con la montaña frente a mí, me di cuenta de que no se trataba de competir con esas miles de imágenes, sino de capturar lo que ese momento significaba para mí. Así que saqué mi cámara, dejé de lado las expectativas y tomé la foto que a mí me hablaba:



Puedes ver la foto ampliada aquí El resultado fue más gratificante de lo que hubiera imaginado. No solo por la fotografía en sí, sino por lo que representaba: un recordatorio de que, incluso en los lugares más fotografiados del mundo, siempre hay espacio para nuestra propia visión.

Este post fue un poderoso recordatorio de que el valor de nuestras fotografías no se mide por su novedad, sino por la conexión personal que logramos con lo que capturamos. Así que, la próxima vez que sientas el peso del vermödalen sobre tus hombros, recuerda mi experiencia en Kirkjufell. Recuerda que tu perspectiva es única y que, más allá de la saturación visual en nuestras redes, lo que realmente importa es cómo ves tú el mundo a través de tu lente. Nos vemos la semana que viene 👋🏻

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